No es la primera vez que vemos un diseño de un dispositivo con pantalla enrrollable. Ya lo pudimos a preciar con el de una posible PSP, que utilizaba una pantalla OLED para conseguir ser muy compacta.
El portatil D-roll utiliza el mismo concepto, pero con algunos cambios para adaptarlo al formato de un ordenador, como un teclado que tambien es enrollable o una webcam extraíble. A ello le añade una asa que nos permitiría colgarlo al hombro, pero que además dobla su función para ser un conector USB.
De momento es solo un sueño de futuro, pues a las pantallas flexibles todavia les queda bastante para llegar al mercado de una foma masiva, y hasta que esto suceda este tipo de ordenadores se quedarán en diseños muy bonitos, pero por ahora poco prácticos.
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